ISUPOL, Revista de Investigación en Seguridad Ciudadana y Orden Público
Nº 8 julio 2024 • pp 21-30 • ISSN 2528-8032
Marco Andrés Fuentes Hermosa, Jimmy Edison Calero Villacís,
Jorge Luis Mina Palacios
Violencia homicida instrumental de los grupos de delincuencia organizada
en Ecuador: influencia criminal extranjera desde 2014
27
“el Cubano” recluido por asociación ilícita, drogas,
extorsión y asesinato. Su hermano Walter, alias “el
Caimán”, también asesinó en 2005 al exdirector
de la Penitenciaría del Litoral, Eddy Enríquez al
interior de la cárcel de Santo Domingo en 2012.
Los problemas entre Choneros y Cubanos no son
nuevos, datan de 2009 por la captación del mer-
cado de drogas y tras la muerte de los anteriores
cabecillas y miembros de ambas organizaciones.
Estos hechos terminaron en junio de 2019
cuando William Poveda Salazar fue decapitado
e incinerado por los Choneros lo cual debilitó y
evitó que esta organización ganara más terreno
en las cárceles del país. En el mismo año se pro-
dujo el asesinato de Darwin Corozo, alias “Negro
Jessy” integrante de los Cubanos quien recibió 31
puñaladas cinco horas después de haber llegado a
ese reclusorio desde la Penitenciaría del Litoral.
El origen de esta matanza se dio, según versiones,
cuando un sujeto mató en el pabellón 2 con dos
tiros, a Ricardo Mantilla Cevallos, alias “Ricky”,
hermano del exrecluso a quien se conoce con el
alias del “Gorras”.
La agrupación de los Lagartos se hizo cono-
cida luego de la muerte de “el Caimán”. En su ho-
nor, integrantes se autodenominaron “Lagartos”
que era una pandilla que operó en el sistema
carcelario del país durante al menos diez años.
Los primeros miembros de esta banda trabajaron
como sicarios para grupos delictivos más grandes.
El líder de Los Lagartos es Carlos Mantilla
Cevallos, alias “Choclo”, quien asumió el lideraz-
go de la banda después de que su hermano, alias
“el Gorras”, falleciera por covid-19 en la cárcel
de Sucumbíos en junio de 2020. “El Gorras”
operó una red de microtráfico en el Guasmo y fue
parte de los Latin King, una pandilla de origen
latino-estadounidense que se extendió a varios
países de la región. En 2020 la disputa y el con-
flicto entre estas dos organizaciones se trasladó
al espacio público, especialmente, en el Distrito
Metropolitano de Guayaquil con la finalidad de
mantener el control de las rutas y corredores de
movilidad del tráfico ilícito de drogas, sicariato y
robos.
Las guerras de poder entre subgrupos emanan
del control que ejerce los Choneros en el país. Sin
embargo, el asesinato de su líder, alias “Rasquiña”,
“teniente España” y ordenó su asesinato. En 2007,
España cayó muerto en un enfrentamiento.
Las detenciones por operativos policiales y
los asesinatos perpetrados entre bandas rivales
llevaron a la salida consecutiva de varios jefes.
Jairo Proaño lideró la organización tras la muerte
de España. Inició en el grupo chantajeando
económicamente a empresarios y hacendados a
cambio de protección. Jairo se desempeñó como
líder de la banda delictiva en la zona norte de
Manabí, Quevedo y Santo Domingo de los
Tsáchilas, hasta su muerte en un tiroteo con la
Policía Nacional en 2011. Uno de sus hombres de
confianza y mano derecha , Jorge Luis Zambrano,
alias “Rasquiña”, quien se inició como sicario del
“teniente España”, fue designado jefe del grupo.
Desde su fundación como banda carcelaria,
el principal rival de los Choneros ha sido los
Lagartos, agrupación violenta y con facciones
en todo el país. Las guerras llevaron a que el año
2020 fuera el grupo más sangriento en la historia
del país, en especial, para las personas privadas de
la libertad. La crisis carcelaria cobró la vida de
cientos de personas de lado y lado.
En Esmeraldas, la banda aliada de los
Choneros, los Tiguerones, se enfrentaron con el
subgrupo de los Lagartos y Gánster Negros. En
las calles de Dúran y Guayas, los ChoneKillers
—rama violenta de los Choneros— tuvieron
choques frecuentes con los Latin Kings. En
Cuenca, los Lobos son leales a los Choneros y en
Guayaquil, el Cuartel de las Feas se encuentran
asociados a los Lagartos. Este grupo se vio forta-
lecido por la presencia de los carteles mexicanos
de Sinaloa y Jalisco Nueva Generación.
En 2019 se conoció por primera vez sobre los
Tiguerones como una unidad operativa de apoyo
a los Choneros, cuentan con formación paramili-
tar propia de los grupos criminales de Colombia.
Esta banda se disputa el poder en las cárceles con
los Lagartos, Chonekillers y Lobos, sub-bandas
pertenecientes a los Choneros. Los Tiguerones
crecieron muy rápido, tanto que, de Esmeralda
pasaron a Guayaquil y Quito.
Los Choneros también se han enfrentado
con la banda de los Cubanos al interior de los
centros de rehabilitación social. Esta banda estu-
vo liderada por William Poveda conocido como